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Alentejo en el alma, en una casa de toda la vida.
Enmarcada por césped y jardines, olivos y naranjos, y un bosque de cedros centenarios, el encanto y el estilo de Imani Country House sobresalen en este cuadro de Alentejo, pintado a escasos minutos de Évora.
La palabra Imani significa, en Swahili, “creer”, representando bien el espíritu de sus propietarios que, desde las malas hierbas y ruinas, rescataron las 13 hectáreas abandonadas de Quinta de Montemuro. Durante tres años trabajaron en su reforma y transformación en un pequeño e inusual hotel de campo, que recibe con el confort y la amabilidad de una casa de amigos.
El antiguo caserío de trabajadores agrícolas de la propiedad, datada en 1909, es el edificio principal del hotel que alberga las habitaciones y suites. La decoración es rica en detalles, combinando reliquias y antigüedades recicladas con mobiliario contemporáneo en el diseño de un ambiente rústico y chic.
El restaurante Improvável sirve brunches, comidas y cenas tan sólo a huéspedes. Los sabores locales que inspiran la carta son deliciosos y se hacen acompañar del vino propio del hotel, desarrollado por el enólogo premiado Paulo Laureano.
Puede participar en enriquecedores talleres de cocina y en catas de vinos, y apreciar espectáculos exclusivos de teatro y música. Puede también, y sencillamente, relajarse en este lugar perfecto para el recogimiento, recuperando sus lecturas junto a las piscinas o meditando mientras pasea por el bosque de cedros. Para regresar y creer.
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